“Marx estima que el reino provisional de la burguesía es un factor irresistible de internacionalización: “El aislamiento nacional y los antagonismos entre los pueblos desparecen de día en día con el desarrollo de la burguesía, la libertad de comercio y el mercado mundial, con la uniformidad de la producción industrial y las condiciones de existencia que le corresponden” (Manifiesto comunista). (…) “La universalidad hacia la que tiende incesantemente el capital encuentra unos límites immanentes a su naturaleza, los cuales, en un cierto estadio de su desarrollo, se alzarán como el mayor obstáculo a esta tendencia y lo empujarán a su autodestrucción” (Elementos fundamentales para una critica de la economia politica). Así puede explicarse que Marx tomase posición a favor de los procedimientos que debían asegurar la expansión y el éxito, provisional, del capitalismo. Lo hace con absoluto conocimiento de causa, ya que le parece que es el mejor medio para apresurar la revolución. Por ejemplo, cuando toma partido a favor del libre cambio: “En general, en nuestros días, el sistema protector es conservador, mientras que el sistema de libre cambio es destructor. Disuelve las antiguas nacionalidades y lleva al límite el antagonismo entre la burguesía y el proletariado. En una palabra, el sistema de libertad comercial apresura la revolución social. Solamente en este sentido revolucionario voto a favor del libre cambio” (Discurso sobre el libre cambio, 1848)” [Marcel Merle, Sociología de las relaciones internacionales, 1982]