“Frente a las proposiciones reiteradas de los lassalleanos de incluir en la plataforma del Congreso de Gotha de 1875 una consigna sobre la prohibición del trabajo de las mujeres y de los niños en la industria, Bebel y Liebknecht opusieron “la prohibición del trabajo de los niños y de todo trabajo feminino nocivo desde el punto de vista moral y físico”.Formulación recogida por Marx en la ‘Critica del programa de Gotha’ cuando afirma: “la reglamentación de la jornada de trabajo debe implicar la limitación del trabajo de las mujeres en lo que concierne a la duraciónde la jornada de trabajo, las pausas, etc.; si no, esto no puede más que significar la exclusión de las mujeres de las ramas de industria que son particularmente perjudiciales a su salud física o contrarias a la moral, desde el punto de vista del sexo” (Marx-Engels, Obras Escogidas, tomo III, 1970) [in Jacqueline Heinen, De la I° a la III° Internacional: la cuestion de la mujer, 1978]