“Si hay un pasaje de la historia pintado en gris sobre fondo gris, es este. Hombres y acontecimientos aparecen como un Schlemihl (1) a la inversa, como sombras que han perdido sus cuerpos. La misma Revolución paraliza a sus propios portadores y sólo dota de violencia pasional a sus adversarios. Y cuando, por fin, aparece el “espectro rojo”, constantemente evocado y conjurado por lo contrarrevolucionarios, no aparece tocado con el gorro frigio de la anarquía, sino vistiendo el uniforme del orden, con pantalones rojos.” (1) Se refiere al hombre que vendió su sombra, en una novela de Albert Von Chamizo) [Karl Marx, El 18 brumario de Luis Bonaparte, 2005]