“La democracia es a todas las otras formas políticas como la religión  lo es a su Antiguo Testamento. El hombre no existe a causa de la ley, sino que la ley existe a causa del hombre; es una ‘existencia humana’, mientras que en las otras formas políticas el hombre es la ‘existencia legal’. Tal es la diferencia fundamental de la democracia. Todas las otras ‘formaciones políticas’ son ciertas ‘formas políticas particulares’, determinadas. En la democracia el principio ‘formal’ es a la vez el principio ‘material’. Es ante todo la verdadera unidad de lo universal como lo particular. En la monarquía, por ejemplo, en la república considerada simplemente como una forma particular del Estado, el hombre político tiene la su existencia particular al lado del hombre no político, del hombre privado. La propiedad, el contrato, el matrimonio, la sociedad civil aparecen aquí (como Hegel lo expuso muy claramente, para estas formas ‘abstractas’ del Estado, salvo que cree al hacerlo que expone la idea del Estado) como modos de existencia ‘particulares’ al lado del Estado ‘político’, como el ‘contenido’ al cual se relaciona el ‘Estado político’ como ‘forma organizadora’, y en realidad simplemente como la razón que determina, que restringe, que ora afirma y ora niega, sin contenido intrínseco.” [Karl Marx, Critica de la filosofia del Estado de Hegel, 1968]